Socios Fundadores

Historia

Memorias de un comienzo

No recuerdo fechas exactas de los acontecimientos de los primeros tiempos y menos aún de la per-historia de la Sociedad Argentina de Derecho Canónico. Tampoco son necesarias. En el libro de actas de nuestra Sociedad figuran con exactitud. 

Recuerdo que la primera vez que se pensó en crearla fue en una reunión que el Tribunal Eclesiástico de Buenos Aires convocó y no solamente a sus miembros sino también a otros canonistas del país. El Vicario de Justicia de entonces, el Pbro. Dr. Rubén Pedro Zamboni y el Adjunto, el Pbro. Dr. José Bonet Alcón. La reunión se realizó en el aula del Colegio del Salvador, con la hospitalidad del R.P. Luis Kukovica S.J. Corría la segunda mitad de la década de los 80 del siglo pasado. La mayoría de los asistentes eran bogados que, de varias formas, se relacionaban con el derecho canónico. Algunos figuraban en la lista de patronos aprobados para actuar en los tribunales existentes, pero otros eran abogados de Curia o simplemente interesados en la materia. Puedo recordar entre ellos al Dr. Jorge Adolfo Mazzinghi, el Dr. Cayetano C. Romano, el Dr. Ramiro de La Fuente, el Dr. Rinaldi, el Dr. Llerena Amadeo. Eran tiempos en que aún la organización de los Tribunales eclesiásticos en nuestro país estaba en ciernes.  

Durante mucho tiempo funcionaban dos tribunales eclesiásticos de Primera Instancia para toda la República Argentina, Buenos Aires y Córdoba que, a su vez, recibían recíprocamente las causas en Segunda Instancia para completar la obligación benedictina de la doble conforme, obligatoria, también para las causas matrimoniales. Sin embargo, el Código de Derecho Canónico ya había sido promulgado en 1983 y era necesario actualizar la administración de la justicia. Puedo recordar la escena de aquél encuentro cuando, el Pbro. Dr. Nelson Carlos Dellaferrera, alzó la voz expresando la imposibilidad de crear Tribunales no contando con personal idóneo, tampoco con presupuesto económico, al menos en el ánimo de la diócesis. Y llevaba razón. No creo equivocarme que los últimos graduados en Derecho Canónico, en Roma, en aquél momento, éramos los Padres Víctor Pinto, Jorge Rodé, Fernando Varea y el que esto escribe. El P. Varea, después no formó parte de ningún Tribunal.

Fotolibro por los 30 años de SADEC

Así las cosas, y siempre con la ayuda de los miembros de los Tribunales, se decidió la primera reunión organizadora en el Salón de la Casa del Clero de Buenos Aires. Ya estaba erigido el Tribunal Eclesiástico Nacional de la Conferencia Episcopal Argentina, que presidía en esos tiempos Mons. Dr. Manuel Augusto Cárdenas, Obispo auxiliar de Buenos Aires, y luego Mons. José María Arancedo, Obispo auxiliar de Lomas de Zamora, y que funcionaba en las instalaciones de la Casa del Clero.

La asistencia a esa reunión fue numerosa. Se pensó redactar los estatutos y se decidió que presidiera la asamblea, Mons. Dr. Rodolfo Nolasco, Asesor eclesiástico (entonces) del “Vicariato Castrense”. Allí se renovó la idea de un “Instituto” o “cursos de formación sobre Derecho Canónico” para que los tribunales eclesiásticos pudieran tener personal adecuado. Esta iniciativa perduró hasta que la llegada del Cardenal Rosalío Castillo Lara S.D.B. presidente del Consejo para los Textos Legislativos, convenció a la Conferencia Episcopal Argentina, a erigir una Facultad y no un Instituto, en el seno de la Universidad Católica Argentina. La iniciativa fue aprobada en la Asamblea permanente siguiente casi por unanimidad, menos dos votos. Estos dos Obispos, confesaron después que el temor consistía en que, al comienzo, habría muchos alumnos, pero que con el paso del tiempo, desaparecerían. La realidad demostró que no fue así.

La gran ayuda a la redacción de los estatutos fue la de Mons. José Bonet Alcón. Se tomó como base el que ya existía para la Sociedad Argentina de Teología, de la cual, formábamos parte algunos de los primeros asistentes a estas reuniones preparatorias. La discusión y aprobación final de los estatutos llevó a otra reunión en la Casa del Clero hasta llegar al texto definitivo. Mientras tanto, Mons. Nolasco seguía como su Presidente Organizador.

Una presencia activa, para la SADEC, fue la de Mons. José María Arancibia, Obispo auxiliar de Córdoba y activo Secretario General de la Conferencia Episcopal Argentina. También lo fue para la erección canónica de la Facultad de Derecho Canónico. 

Aún recuerdo que la Conferencia Episcopal, por su intermedio, donó 10,000 dólares para que iniciáramos la Facultad. El actual Cardenal Leonardo Sandri, entonces Asesor en la Sección Primera de la Secretaria de Estado, nos hizo llegar otros 10.000, en intenciones de misas para solventar las primeras becas. Los sacerdotes miembros de la SADEC, celebraban las misas repartidas para cumplir con la carga establecida.

Es de justicia recordar que entre la SADEC y la Facultad de Derecho Canónico hubo siempre una relación estrecha y recíproca. 

En una de las asambleas de decidió realizar y patrocinar cursos de formación y eso figura ciertamente en las primeras actas. De allí que, en los primeros tiempos, el Decano de la Facultad formaba parte de los del Consejo directivo “durante munere”. 

Otras asambleas se realizaron posteriormente en la sede de la Facultad, primero en la calle Concordia, luego en calle Córdoba y ya por fin en las instalaciones de Puerto Madero. 

El primer curso de formación, en conjunto, se realizó en la Facultad de Teología, en su sede de Villa Devoto. Sobre “La parroquia y su rol en la Iglesia”. Asistieron una gran cantidad de sacerdotes y laicos que colmaron el aula magna. Por primera vez, después de la promulgación del Código, gracias a la SADEC y a la Facultad, el Derecho Canónico era visto como un instrumento para la pastoral evangélica práctica. Esta afirmación la recuerdo porque me fue confiada por el R.P. Diego Losada MSF, asistente al curso y confirmada por muchos otros posteriormente. 

Otro actor multitudinario, semejante al anterior por la cantidad de asistentes, y el nivel académico, fue el curso sobre Vida Consagrada. Lo inauguró Mons. Domingo Salvador Castagna, Presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada de la CEA y lo clausuró por indicación del Card. Antonio Quarracino, Mons. Jorge Bergoglio, S.J., entonces Obispo auxiliar de Buenos Aires. Fue en el salón de actos de la Universidad del Salvador y hubo que habilitar el segundo piso del auditorio. La SADEC se encargó de hacer llegar la invitación a muchos IVC del interior, a través de sus miembros y la Facultad de los de la Arquidiócesis de Buenos Aires y de las diócesis del gran Buenos aires. 

Siempre la SADEC trabajó mancomunadamente con la Facultad. Recalco esto porque el secretario académico, abog. Ernesto García Quiroga y la secretaria administrativa, Cecilia Haydée Viera, trabajaban junto a la comisión Directiva de la SADEC, en todo lo que se hacía en el orden operativo de los cursos. Fueron productivos tiempos de armonía y de esfuerzo conjunto. Lamento la partida del Pbro. Dr. Nelson Carlos Dellaferrera quien animó siempre con su sabiduría y reconocida actuación. Mons. Dr. José María Arancibia, Mons. Lic. Víctor Enrique Pinto, El Pbro. Dr. Hugo Adrián von Ustinov, Mons. Dr. Jorge Rodé, la Lic. Alejandra Rainelli, primera secretaria tesorera, pueden aportar otros datos que este improvisado cronista consigna en estas páginas. 

Auguro que se mantenga siempre este vínculo universitario de la Comisión Directiva para que siga produciendo mayores resultados en forma continua. Muchos de los que conforman nuestra Sociedad han sido alumnos de nuestra Facultad o son docentes en ella. 

Les agradezco poder exponer estar Memorias y compartirlas. Que la Vírgen, sede de la Sabiduría, nos acompañe. 

Pbro. Dr. Ariel David Busso

Octubre 2020

El 6 de diciembre de 1989 se celebraba una primera reunión en la sede de la Parroquia "Ntra. Sra. del Carmen" de la calle Rodríguez Peña en la Ciudad de Buenos Aires, en la que un grupo de canonistas acordaba constituir la Sociedad Argentina de Derecho Canónico (SADEC), "con el fin de promover el estudio y la difusión del Derecho Canónico para mejor servicio de la Iglesia y de la sociedad civil".

Si se tiene en cuenta que, a partir del siglo XIX, el Derecho Canónico había caído en un injusto silencio y cono de sombra, la intención de formalizar una institución que promoviera su estudio y difusión, adquiría particular importancia y, a la vez, un intenso desafío. En efecto, su enseñanza había desaparecido de la Universidad y se había visto reducida a las cátedras de los seminarios conciliares y de las escuelas conventuales. Lamentablemente, los mismos juristas católicos fueron abandonando su estudio y, salvo la recepción que de él hizo el Código Civil de Vélez Sarsfield, su presencia se fue borrando en la conciencia de la sociedad argentina, sin advertir que sin el Derecho Canónico el cuerpo jurídico construido en Occidente a partir del siglo XII quedaba trunco y como sin alma.

Este mismo grupo de canonistas vuelve a reunirse el 19 de junio de 1990 para discutir el proyecto de estatuto redactado por una comisión de especialistas. El proyecto fue votado y aprobado, constituyéndose como asociación privada de fieles a norma de los cánn. 298-299 y 322 del CIO El estatuto fue sometido al reconocimiento de la Conferencia Episcopal Argentina. La sede de la Sociedad Argentina de Derecho Canónico (SADEC) quedó situada en la Ciudad de Buenos Aires, con domicilio provisorio en la Parroquia "Ntra. Sra. Del Carmen", calle Rodríguez Peña 834 rigiéndose por los cánn. 298-311 y 321-326 y por el estatuto aprobado.

Se eligió una Junta Directiva transitoria, constituida por Mons. Rodolfo Nolasco, Hugo Adrián von Ustinov y Alejandra Rayneli, en orden a la redacción del acta de esa reunión, y se dispuso elevar el estatuto aprobado a la Conferencia Episcopal para su reconocimiento. También se acordó convocar, en el curso del año 1990, a Asamblea para la elección de las primeras autoridades de la SADEC.

El 27 de octubre de 1990 se reunió la Asamblea Ordinaria y, previa lectura y aprobación del acta de la reunión del 19 de junio de 1990, se leyó el decreto de la Conferencia Episcopal por el que se aprobaba el Estatuto. Cumplidas las demás formalidades, se procedió a elegir las autoridades de la Sociedad. Inmediatamente tomaron posesión de sus cargos. A propuesta del Sr. Pbro. Dr. José Luis Mollaghan, se eligió como patrono a Santo Toribio de Mogrovejo (Actas, fs. 19).

Desde su misma constitución, la SADEC trabajó constantemente en favor de la erección de una Facultad de Derecho Canónico en la Argentina. Ya en la Asamblea Ordinaria del 19 de marzo de 1991, se decidió remitir carta a la Congregación para la Educación Católica manifestando el interés de la SADEC en la erección de la Facultad de Derecho Canónico (Actas, fs. 22).

La sociedad se puso en contacto con Mons. Boghossian, Exarca Apostólico Armenio para América Latina para la realización de uncurso intensivo sobre el Código de Cánones de las Iglesias Orientales que fuera promulgado el 18 de octubre de 1990. Inmediatamente, y para colaborar en la buena marcha de los Tribunales Eclesiásticos del país, la SADEC propuso invitar al entonces Sr. Vice-Decano de la Rota Romana, Mons. José María Serrano Ruiz, para que dictara un curso de derecho procesal canónico para el año 1992 (Actas, fs. 23) y se realizó un acuerdo para trabajar conjuntamente con la futura Facultad en las actividades que se organizaren (Actas, fs. 24).

Creada la Facultad el 13 de noviembre de 1991, la SADEC comunicó el acontecimiento a diversas asociaciones argentinas e internacionales (Actas, fs. 25). A partir de entonces la SADEC vivió íntimamente unida a la Facultad de Derecho Canónico erigida en la sede de la Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires. Porque desde un principio supo y sabe, como enseña el Rey Sabio que la Universidad es un "Ayuntamiento de maestros e de Escolares que es fecho en algún lugar, con voluntad e entendimiento de aprender los saberes... e otrosí en que ay Maestros de Decretos, e Señores de Leyes. E este Estudio deve ser establecido por mandado del Papa, o de Emperador o del Rey" .

Así fue como la SADEC participó y colaboró en la organización de numerosas actividades académicas: Curso sobre "La vida consagrada y su misión en la Iglesia y en el mundo"; sobre "Los pactos Lateranenses y el nuevo concordato entre la Santa Sede y la República Italiana", a cargo del Prof. Dr. Giuseppe Della Torre; disertaciones sobre "Las raíces del ser y del no ser del matrimonio", a cargo de José M. Serrano Ruiz; curso sobre "La renovada visión personalista del matrimonio", a cargo de Mons. Cormac Burke (Actas, fs. 4142). Curso sobre "Preparación al matrimonio"; curso sobre "Derecho Parroquial", a cargo de los Prof. de la Universidad de Salamanca, Federico Aznar Gil y Julio Manzanares; curso sobre los "Elementos fundamentales del proceso matrimonial canónico, a cargo de José M. Serrano Ruiz y una conferencia sobre "El servicio de la Santa Sede a las Iglesia particulares a través de la Congregación para los Obispos", a cargo de S. E. R. Mons. Jorge Mejía (Actas, fs. 47-48). A estos cursos hay que añadir los dictados por los Sres. Profesores Urbano Navarrete, Peter Ërdo y Julio Manzanares (Actas, fs. 50).

Sería demasiado largo, y de algún modo fatigoso, continuar con este listado. Baste decir, y consta en las Actas, que la Sociedad Argentina de Derecho Canónico colaboró y participó siempre en las actividades académicas de la Facultad. Lo mismo hizo en todos los encuentros y cursos para los Tribunales Eclesiásticos del país.

A partir de la reunión del 25 de octubre de 1999, la SADEC se planteó la necesidad de organizar semanas de estudio con los canonistas de nuestro país y de los países vecinos (Actas, fs. 57). En octubre del año 2003 se tienen las primeras Jornadas de la Sociedad Argentina de Derecho Canónico, desarrolladas en la Ciudad de Mendoza (Actas, fs. 66-67). El siguiente encuentro se llevó a cabo en la ciudad de Mar del Plata (Actas, fs. 73). La tercera Jornada se realizó la Ciudad de Paraná en octubre de 2005 (Actas, fs. 77-79). En octubre de 2006 las Jornadas tuvieron lugar en el Convento Franciscano de la Ciudad de Salta.

Constituida la nueva Comisión Directiva el 28 de noviembre de 2006 (Actas, fs. 87-89), se adoptó el criterio de abrir un espacio a los graduados de la Facultad Santo Toribio de Mogrovejo para la exposición de los temas que fueran aprobados por la Junta Directiva, y se comenzó a trabajar en la posibilidad de la publicación de los trabajos presentados en las Jornadas.

No sin una sombra de duda, he preferido no ubicar el elenco de cada uno de los Presidentes de la Sociedad, acompañado de una breve reseña de su "curriculum vitae et operum". Sin embargo me ha parecido más ponderado sólo reseñar que quienes se sucedieron en esta labor, durante todos estos años, lo han hecho con aquella dedicación común a verdaderos hombres de Iglesia y, asimismo, con esas características propias que siempre enriquecen al resto.

La presente publicación es la concreción de aquella idea pacientemente madurada. Por primera vez, la SADEC puede ofrecer a sus socios y al público en general el texto de las ponencias presentadas en las Jornadas de Derecho Canónico realizadas por nuestra Sociedad. La que ahora ponemos a disposición de los lectores, es el resultado de las Jornadas realizadas en Buenos Aires en el año 2007. Confiamos, asimismo, poder comprometernos más y más con este servicio, publicando los resultados de las venideras y esperadas Jornadas. 

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